Ante el aumento de casos de grooming en Argentina, el Senado argentino ha debatido por primera el ciberacoso sexual de adultos a menores. Fue la semana pasada, en el marco de una doble jornada sobre delitos informáticos, en la que se concluyó que esta práctica se está extendiendo.
"Este es un nuevo fenómeno, una forma de abuso sexual utilizando las nuevas tecnologías. Un delito contra la integridad sexual y vulneración de derechos de los niños. Claramente, es una forma de abusar de un niño, aunque pueda suceder mientras el chico esté en su casa con sus padres", según Inda Klein, coordinadora de Investigación y Monitoreo de Niñez y Nuevas Tecnologías de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
Empiezan a escucharse voces que reclaman una legislación específica. Inda Klein no es de las que piensa que una ley lo resuelve todo: "Ha pasado en los juzgados que algunos dicen que sin penetración, no hay abuso. 'Qué nos espera cuando vayamos con un caso que sea vía Messenger?", se preguntó.
En la jornada de Delitos Informáticos que organizó el Instituto Federal de Estudios Parlamentarios (IFEP) fue notable la intervención del comisario Rodolfo Koleff, jefe de la división de Delitos en Tecnologías y Análisis Criminal de la Policía Federal. Mostró casos reales y concluyó que los investigadores necesitan un marco normativo específico. Y comentó que también sería necesaria una revisión de la nueva ley 26.388, sancionada en junio, que no pena la tenencia de pornografía infantil a no ser que tenga "fines inequívocos de distribución o comercialización", en cuyo caso la pena máxima es de 2 años de prisión.
Un trabajo de Sylvia Kierkegaard, de la International Association of IT Lawyers, Dinamarca, repasa los países donde el grooming es penado y perseguido. No hay uniformidad en las leyes europeas. Consultada por Clarín, dijo: "Uno de los problemas de la falta de legislación es que el caso es dejado sin efecto porque no hubo consumación del acto. En otros países, como el Reino Unido, el castigo es benigno. Se necesita una ley más fuerte".
Daniel Monastersky, abogado especialista en protección de datos personales, señala que hay un problema general de inmadurez en cuanto a la entrega de datos personales. No valen censuras, ni filtros, ni amenazas de los padres. Completa Inda Klein: "Lo que no hagan en sus casas, lo harán en la del amigo, o en el cíber".
Fuente: clarin.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario